viernes, 27 de julio de 2007

Entrevista con el Inspector Lönrot (fragmento)


: ¿Por qué me ha mandado a buscar? ¿Ha pasado algo?









: No. Todavía no...







: Pero cree que va a pasar...








: Estoy convencido. Mire esta cruz...




jueves, 26 de julio de 2007

Otros fragmentos de la misma carta

…e insistes en saber qué está detrás de todo (como si detrás de todo hubiera algo); qué manos empujan esta voz; qué propósitos la mueven. Pues no deberías descartar ninguna hipótesis. Quizás soy sólo Él, el que todos pensaron desde un inicio. ¿No dicen que en cualquier conflicto bien armado la respuesta es siempre la más obvia, la que todos teníamos delante y, de tanto verla, llegó el momento en que ya no la vimos? ¿No es a Él a quién deleitan tales juegos y cávalas: imaginarse Él mismo y muchos otros, y aún otros que se vuelven sobre sí mismo y lo destruyen; dándole la oportunidad de emerger, como un fénix, del fondo de sus propios destrozos? ¿No podría también tratarse de tu Amigo, el más sensible, el más serio, el que finge no estar interesado, mantenerse al margen y poner así a salvo su cordura? ¿No es ese el proceder habitual de quien es culpable? ¿Y no es en tal actitud que se cimentan los desenlaces más inesperados y jugosos? ¿No lo juzgas suficientemente inteligente para sorprenderte de esa forma? ¿Y qué hay de la otra? ¿La mosquita muerta? ¿La que parece que a nadie ha mirado cuando ya se lleva bajo el brazo una radiografía de la escena? También ella podría ser. O todos quizás. Concertados o no. ¿No has advertido las incongruencias? ¿Las fallas en el estilo aquí y allá, como si varias manos se turnaran para escupir sus palabras sobre el texto? Quizás has notado también incongruencias que te hacen pensar en un total extraño: alguien que no esté familiarizado con las voces, los rincones de la ciudad. Y tu observación sería certera… a menos que las fallas hayan sido también planeadas. Partes de un croquis meticulosamente diseñado y fatalmente monstruoso… O quizás donde imaginas Uno son varios. O es sólo el Lenguaje imponiéndonos sus rigores laberínticos a todos. QUIZÁS ERES TÚ MISMA. Que te envías mensajes para leerlos luego, cuando ya hayas olvidado que fuiste tú quien los escribió. ¿No dicen que en el sueño nuestro cuerpo viaja a regiones que no recuerda una vez que ha despertado? Quizás fuiste tú quien estuvo aquí: tras este escritorio. Y fueron tus manos las que acariciaron los libros, la madera, este teclado que gangrena las uñas de quien lo toca. Quizás te engañas… y te multiplicas, una vez más, en Él, tu amigo, ella, Ella, tú misma, yo, un laberinto de voces por el que avanzas... perdida... sin pólvora, sin brújula...
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N.T.

Fragmentos de carta interceptados

"Es pinche adictiva toda esta joda del blogueo. Estoy en tu misma encrucijada. Me atrae y al mismo tiempo me provoca cierto rechazo, a veces. Una de las cosas más interesantes que descubro es lo que afirmas en tu correo: que aunque queramos librarnos de ese mundo que construyen nuestras palabras, de pronto es como si no pudiéramos, como si Levi Strauss tuviera razón cuando afirmaba que el ser humano no controla el lenguaje, sino que es el lenguaje quien nos configura y controla".

"Gracias por la información sobre la atmósfera imperante ahora entre ellos. Yo noto cierta tensión. Pero ni ayer ni hoy he tenido mucho tiempo para construirle algún discurso paranoide arriba. Así que el Quepex me ha dado un par de días de descanso. Imagino que andará por algún rincón..."

"En cuanto a la destrucción de todo por los chufas: esos son mis planes, en realidad. Me encantaría poder..."

sábado, 21 de julio de 2007

miércoles, 18 de julio de 2007

Trascripción de una discusión entre Quevedo y Trotaconventos

(Sonido de estática)

Quevedo: ¡Te advertí muy bien que no te entrometieras! ¡Te lo dije! ¡Ahhh, pero la vieja alcahueta ahora tiene aires de Dueña! ¡Se cree otra cosa! ¿Qué te crees, a ver, qué te figuras? Vieja! ¿Te crees que puedes controlar a todos…?

Trotaconventos: …pero, Mi Señor, si yo sólo trataba de serviros…

Quevedo: Si quieres servirme OBEDÉCEME!!!! ¡Haz lo que te digo! ¡Y no te metas donde no te llaman! ¡Aprende a darte tu lugar! Y ese lugar es, como debiste aprender con tu antiguo amo, tras las cazuelas, en los pasillos de la iglesia o en la alcoba de la dama: allí especialmente, donde yo no puedo llegar. ¿Y qué habéis hecho en ese sentido? ¡NADA! ¡NADAAAAA! Los días pasan y Ella todavía no me recibe. No me has podido decir siquiera cómo luce, que vestidos lleva, qué prendas lleva en la mano, qué número calza, qué colores prefiere. ¡NADAAAA! Sois una vieja inútil! ¡Una buena para nada!!!!!

Trotaconventos: …pero Mi Siñor….

(estática)

Quevedo: … y uno entretanto actuando como un imbécil…

Trotaconventos: (en voz muy baja) …como pendejo, más bien…

Quevedo: ¿Qué dijiste? ¿QUÉ HOSTIAS DIJISTE? ¿Ahora también te ha dado por hablar en chufa? ¿Por qué me haces esto? ¿PoR QUÉ, Trotaconventos? ¿Es que no te lo doy todo? ¿Es que no disfrutas tu pantalla planimétrica donde ves todos esos shows idiotas? ¿Es que no te compré el reclinable nuevo en que te pudres tODO EL SANTO DÍAAAAAAAA?????? ¿Y qué me das a cambio? Eh? Eh? Qué me das? ¡nada!

Trotaconventos: ¿Nada? ¿NADA? Limpio vuestras inmundicias, soporto vuestra peste: pues ha de saberlo Su Siñuría: ¡APESTAAAAA! ¿No me ve cuando ando detrás vuestro esparciendo el febreezee? ¿Y por qué cree que lo hago? ¿por los mosquitos? ¿por las pulgas? SÍ. Por las pulgas: ¡Las que soltáaaaaiiiiis!!!!!!!

Quevedo: ¡Trotaconventos! ¡No te atrevas!

Trotaconventos: …pues sí mi atrevu. Y ahora el Siñurito me va a escuchar a mí. Sois un desagradecidu. Y si de verdad existen el perdón y el pegado tenéis mucho que perdonar… mucho por que pedir perdón, quise dezir. Yo voy siempre detrás de su Siñoría recogiendo la basura que deja por todas partes. No sois capaz de recoger ni una taza. Y yo li ayudo con todo. Hasta con sus escritos…

Quevedo: ¿Cómo? ¿mis escritos dijiste? (como hablándose a sí mismo). Eso explica aquella carta... Era claro que el exceso de cafeína no era razón suficiente…. (silencio, sonidos de movimientos no comprensibles, como de una mesa que se cae o de un sofá que deslizan por una alfombra, estática) ¡!!!!!VIEJA BRUUUUJAAAAAAA! ¿CÓMO TE ATREVES? ¡TODO SOY CAPAZ DE ACEPTARLO! ¡HASTA TUS PÉSIMOS CALDOS! ¡PUES DEBES SABERLO TU TAMBIEN: TUS SOPAS APEEESSSSTAAAAN! ¿NO ME HAS VISTO CUANDO ME LEVANTO A SERVIRME MAS CON EL PLATO TODAVÍA LLENO? ¡VIEJA IMBECIL! ¿Y POR QUÉ CREES QUE LO HAGO? AH…? ¿Por qué lo crees….? PAARAA TIRAARLAAA POR EL TRAAGAAANTEEEEEEE!!!!!!!!! De ti puedo soportar todo: MENOS QUE TOQUES MIS ESCRIIITOOOOSSSSS.

(nuevos ruidos, metálicos esta vez) ¿Y qué planeas hacer con esa cazuela? Eh? ¿Q UÉ PLANEAS HACER? ¡No te atrevas!!!!

Trotaconventos: ¿Esta cazuela….? Eh….? ¿Esta cazuelita….? ¡Es para “par-ti-ros –la- me-ra ma-dreeeee” (Trotaconventos pronuncia muy lentamente, tratando de saborear cada sílaba, cada sonido) SÍ. Sí: en el calichi que Su Siñoría tanto detesta. ¿Sabe? ¡Soy experta! Puedo hablar seis variantes de ese calichi: una del sur de México, otra del centro, otra del norte, otra de la costa caribi, y DOS DEL INFIERNO DE LOS MEXICANOS!!!!!! ADONDE A UD. DEBERÍAN LLEVÁRSELOOOOO ¡A VIVIR!!!!!!!!!

QUEVEDO: ¡VIEJA ARPÍA! ¡LÁRGATE!!!!!

Trotaconventos: ¿Pero Siñor…. Yo…..?

QUEVEDO: ¡LÁRGATE!!!!! ¡LÁRGAAAATEEEEE! DÉJADME SOLOOOOO! ¡DEJÁDME SOLO TODOOOOOS! ¡VÁYANSE AL INFIERNOOOOOO! ¡No los necesito…..!

(sonido sordo, como de madera y otro que recuerda el resorte en los muelles de un sofá)

miércoles, 11 de julio de 2007

sábado, 30 de junio de 2007